VINO + MUSICA

un espacio para el maridaje de los placeres

lunes, 24 de agosto de 2009

Chriss Isaak + Tanamá








Chris Isaak * Baja sessions *1996 + Tanamá * Rosa del Perú, Misión * 2007

El verano llegó y se cuela por todas partes, aún huyendo del sol, el calor nos persigue… ¿Que tal un vino refrescante y sin pretensiones?, ¿y que tal un disco que con su suavidad y elegancia se una al vino deleitándonos en refrescante descanso? Hablo de ambas cosas, hablo de descorchar una botella de Tanamá y darle play a Baja sessions de Chris Isaak. Dispuestos a rescatar uvas ya casi extintas; las manos detrás de Tanamá han logrado un pequeño gran éxito al darnos un vino único, lleno de fruta y vivacidad…así mismo Chris Isaak se ha dado a la tarea de darle continuidad al pasado en un rock suave, ideado para el romance o esas tardes de ocio frente al mar. En “South of the border (Down México way)” nos regala un claro ejemplo de sus influencias; que van desde el ya mencionado rock suave (a la Elvis) hasta el jazz, folclor mexicano y el folk rock casi surfero. Notas de cereza y caramelo van y vienen en generosa cantidad; mientras las palabras de amor, desamor y esperanza, pendulan sobre una música sencilla, pero bastante sentida.
La frutalidad de Tanamá se aúna a la dulzura de la guitarra acústica y canciones que de pronto asemejan arrullos, como en “Yellow bird” o “Sweet Leilani “por citar dos ejemplos.
En un tiempo de Vinos demasiado caros y cargados de complejidad, encontrar algo como Tanamá es en realidad como escuchar este disco de Chris Isaak en medio de tanta mediocridad musical. Es en verdad más que placentero descubrir como el vino se entrelaza con las ondas musicales de Isaak. Ambos, Isaak y Tanamá, lo han conseguido: Darnos un respiro con un toque de nostalgia de esencias cercanas al mar.

(Por cierto, ésta combinación requiere de acompañante; créanme, no serán desilusionados)

miércoles, 1 de julio de 2009

MISTRAL + TIGERLILY



















Natalie Merchant *Tigerlily*1995
Mistral Reserva * Santo Tomas*2004.
Genero: Folk/Pop/Rock/Jazz
Varietal: Barbera

Su primer disco después de abandonar a los 10,000 maniacs y al cual la revista Rolling Stone llamo el soundtrack perfecto para la nación prozac (este disco vio la luz a mediados de los 90´s y la Rolling injustamente no lo trato muy bien ) resulta un gran acompañante para el Barbera consentido de Santo Tomas. Al igual que Mistral, Tigerlily requiere de paciencia y gusto por lo sutil que con un poco de tiempo y la atención debida se revela complejo…mientras giramos la copa lentamente y nos llegan los aromas a caramelo, ¨San Andreas Fault¨ nos habla de migrar de ir hacia la tierra prometida ,una nota a canela molida muy sutil da paso a ¨Wonder¨ , al dar un sorbo al vino en ¨My beloved wife¨ los taninos se unen al lamento amargo de dicha canción pero es un amargo al cual el paladar se acostumbra …tal y como el ser humano se acostumbra a la pérdida de la cual habla Merchant…no solo en ¨My beloved wife¨ sino también en el track siguiente llamado ¨River¨ (en homenaje al fallecido River Phoenix) una sutil nota de ciruela escapa de la copa mientras Natalie nos habla de las trampas de la fama en ¨Carnival¨ con una cadencia en las percusiones que hace eco en el paladar ya adaptándose a la fina textura que nos dejan los taninos en mitad del camino gustativo…en ¨I may know the Word¨ Merchant se torna reflexiva y la cadencia baja lentamente hacia una balada jazzera mientras la seda de Mistral nos envuelve la lengua . Con la misma sutileza con la que se nos entrega Mistral con esa sutileza nos llega la confesa ¨The letter¨, la triste y árida ¨Cowboy romance¨, la movida ¨Jealousy¨, la casi playera ¨Where i go¨, para finalizar con ¨7 years¨ una balada que nos relata la entrega a una relación fallida...mientras nos entregamos al ultimo trago de un vino sin falla; de un vino por el cual no necesitamos esperar 7 años, ni desilusión alguna.

VINO + MUSICA = SUMEMOS PLACERES

VINO + MUSICA= SUMEMOS PLACERES

¨ De acuerdo con psicólogos de la universidad Heriott-Watt música de Jimmi Hendrix o los Rolling Stones pudieran incrementar la percepción de un vino como el Cabernet Sauvignon¨

Ya hace algunos ayeres me encontré dicho reportaje navegando por la red; y tal como quizá ahora te parezca curiosa dicha nota, a mi me pareció más que nada la consecuencia lógica de una experiencia sensorial tan grata como lo es probar una buen vino en compañía (o solos, que remedio). El placer gustativo incrementa mientras la música va envolviendo nuestros oídos en complicidad con el arte que nos brinda la tierra hasta formar un unísono de placer sin igual. Si bien es cierto que los gustos en el vino son diversos; también los son los estilos que permean el escaparate sonoro de nuestros días. A algunos les parecería una emoción indescriptible escuchar a Valentín Elizalde mientras se toman una botella de Cero de Balché y a otros tantos (un servidor incluido) nos parecerá aberrante y optaríamos por algo como Mezzanine de Massive Attack o Revolver de Los Beatles; Así que esta experiencia se valida de manera subjetiva.

Al pasar de los años mi gusto por el placer de la música no ha decrecido, al contrario, no pierdo la oportunidad de dejarme sorprender por nuevos sonidos, nuevas armonías, nuevas formas de acercarnos al arte sonoro…tal y como me sucede con los nuevos vinos que de manera intencional; o bien por azar, llegan a mí.

Hace algún tiempo, un amigo me pregunto: ¨ ¿Si te dieran a escoger solo un placer terrenal cual escogerías?¨; Para ser honestos el efecto del alcohol ya había hecho estragos en el cerebro y conteste sin pensar una serie de cosas, que los demás presentes secundaban con respuestas como: el placer de sentir, de amar, sexual, gustativo, etc.,etc., Ya sobrio ,a los días ,me forme una teoría: Los placeres se hicieron para sumarse, no para restarse.